En los últimos días hemos asistido a sendos anuncios, por parte de los dos gigantes actuales del Internet, acerca de las innovaciones que nos proponen.
Google ya hace un tiempo se ha involucrado en el mundo de la multimedia. Google TV, por ejemplo, promete impactar en el mundo de la TV digital.
Facebook ha anunciado la apertura de una cuenta de mail; es decir, incursiona en el “Reino” de Google por excelencia, y de este modo legitima un fenómeno que ya se viene dando en miles de usuarios: la concentración de sus comunicaciones en un solo espacio. Ya son miles los usuarios que dejaron de utilizar su casilla de mail, a favor de los “mensajes instantáneos” de Facebook.
Hagamos un poco de historia, y permítanme entonces explicar por qué inauguro mi blog con este artículo.
El concepto de red de comunicaciones no es nuevo; lo desarrolló el ejército de los EEUU en la década de los 60´ con su red ARPAC. La www como tal se inauguró sólo en los 90, cuando esta utilidad con origen en fines militares se amplió a los fines civiles, originalmente académicos y científicos (recuerden el concepto de “autopista de la información”) y hoy también – y yo agregaría mayoritariamente – sociales, culturales, económicos y políticos.
En forma paralela, se desarrolló el mercado de los ordenadores personales. En la década de los 80´comenzaron a aparecer los primeros PC, que muchos adquirimos independientemente de la conexión a internet. En esa época, las características del procesador y la capacidad de disco eran centrales. El sistema operativo era DOS, y la empresa dominante era IBM. Esa era la “primera ola”
Durante esos años, la empresa Microsoft (de Bill Gates) desarrolló aceleradamente su software “de cabecera”: el Windows en sus diferentes versiones, y lentamente consiguió no solamente desplazar al DOS como sistema operativo, sino producir un cambio en las ideas imperantes: “no es el hard, es el soft” e IBM debió dejar su lugar a Microsoft como empresa hegemónica. Era la “segunda ola”.
La década del 90´es la década del Internet. Windows 98 se presentó como un soft innovador respecto de las posibilidades de conexión a la red, las que se perfeccionaron con Windows XP y los posteriores. La PC se tornó irrelevante sin conexión a internet, a tan solo 10 años de su nacimiento. También el soft empezó a dar paso a la preeminencia de la conexión a internet, y Microsoft poco a poco, fue perdiendo su lugar de hegemonía frente a Google. Era la “tercera ola”.
En qué innovó Google? Básicamente, Google tornó irrelevante en parte, el espacio de almacenamiento en nuestra PC, brindándonos capacidad ilimitada en mails. Además, herramientas de búsqueda cada vez más eficientes y sofisticadas que tornan irrelevantes parte de nuestra tarea de almacenamiento de la información, la organización de “favoritos” y demás. Y cada día, nuevas herramientas de diseño, búsqueda y automatización de procesos. Google nos brindó también el google docs, que es una muy eficiente herramienta para el trabajo compartido. Y qué no brindó Google? Posiblemente, el sello de Google como correo individual no le permitió “despegar” con herramientas de tipo social y es ahí donde ingresaron las redes sociales, entre las cuales claramente se impuso Facebook.
Facebook inició sus actividades hace sólo 5 años, a mediados del 2006. A diferencia de Google, Facebook no permite almacenamiento, salvo del de fotos. El concepto es el de red, yel del intercambio rápido y efímero, y no el de almacenamiento a largo plazo. La mayoría de sus herramientas están pensadas para incrementar la creación de nuevos contactos, la red. Facebook genera muchos interrogantes en cuanto a la privacidad, interrogantes cada vez más candentes y vigentes, a partir, por ejemplo, de las revelaciones de wikileaks.
Facebook, la “cuarta ola” amenaza ahora con desplazar a Google. Surgen entonces dos interrogantes: ¿Cuál será la “quinta ola”? Y ¿cuáles son las proyecciones de estas “condiciones socio-tecnológicas” en nuestros sistemas educativos?
Con este texto, doy comienzo a una serie de comentarios y reflexiones sobre tecnología, sociedad y educación.
Confío en que les haya resultado de interés y los invito a exponer sus comentarios.
Confío en que les haya resultado de interés y los invito a exponer sus comentarios.
Marcelo I. Dorfsman
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